Los ácaros son animales adaptables, tienen patas flexibles que les permiten correr, saltar, trepa, excavar e incluso nadar, dependiendo de la zona habitada. Aunque no son capaces de volar al ser tan diminutos pueden ser impulsados por el viento en ambientes abiertos.
Los ácaros además cuentan con unas grandes pinzas bucales, llamada quelíceros, y que les permiten morder, cortar, despedazar, chupar, triturar o picar su alimento, por lo que pueden comer una gran variedad de alimentos, y llegan a consumir hasta el 20% de su peso al día.
En muchos países los ácaros depredadores se utilizan como controladores de plagas biológicos, introduciéndose en cultivos que están infestados con otros pequeños organismos e insectos, como una medida para eliminarlos. Sin embargo, los ácaros pueden ser por sí mismos una plaga, que necesita de varias medidas para ser eliminada.
Se estima que en España según datos de los productores agrícolas entre un 15 y un 20% de las plagas en cultivos suelen ser ácaros. Algunas especies producen un daño directo al consumir el producto vegetal, mientras que otros causan un daño indirecto porque lo infestan con sus heces.
Para proteger los cultivos de los ácaros se recomienda colocar mallas en los invernaderos y eliminar las hojas cercanas al suelo, ya que estos animales son excelentes trepadores.
Los ácaros también pueden ser neutralizados al utilizar nebulizadores dentro de los invernaderos, reduciendo la población significativamente, debido al impacto que provocan en su aparato respiratorio. Otro método sencillo es incrementar considerablemente la humedad en el ambiente.
Sin embargo, el mejor de todos los métodos naturales es el azufre, considerado el principal enemigo de los ácaros, ya que irrita tanto a estos animales que terminan desplazándose de lugar, lo mejor de todo es que no causa su muerte por lo que el cultivo se puede salvar. Si estás interesado en esta opción el caldo sulfocálcico es una de las formas más ecológicas de aplicarlo.
Otro método es recurrir a productos químicos para eliminar a los ácaros, pero muchas veces estos terminan afectando el cultivo o dejando secuelas que son difíciles de eliminar, por lo que no son recomendables al tener un método natural alternativo que es capaz de acabar con estos parásitos.