Si bien los caracoles son en su mayoría inofensivos, cuando invaden un cultivo pueden convertirse en voraces plagas, ya que el ambiente cálido y húmedo es óptimo para su desarrollo y salud, además le provee todos los alimentos necesarios para su desarrollo.
Su número suele incrementarse sobre todo en los meses de primavera y otoño con temperaturas cálidas.
A la hora de exterminar caracoles algunas personas prefieren métodos naturales, como dejar que sus depredadores naturales acaben con ellos: serpientes, sapos, algunas aves e incluso los escarabajos y algunas orugas.
Si prefieres un método más eficaz también se puede poner una trampa con hojas de lechuga para atraer a los caracoles y atrapar varios al mismo tiempo reduciendo su número.
Se debe evitar el riego nocturno de las plantas, ya que la humedad favorece su reproducción, también funciona colocar otras trampas como agua con azúcar, cerveza durante la noche para atraerlos y capturarlos.
Colocar sal en los alrededores del cultivo es una buena idea, ya que espantará a todos los caracoles que se acerquen, es importante remover constantemente la tierra en lugares oscuros y frescos, pues en esos espacios suelen colocar sus huevos y reproducirse.
Otra técnica es poner cáscaras de huevo machacadas o cenizas alrededor de las plantas, así evitarás el avance de estas criaturas. Si la plaga es incontrolable, el compuesto antilimacos interrumpe su alimentación y acabará con ellos en poco tiempo.