Esta especie posee una cabeza grande y alargada con ojos chicos que imposibilitan una buena visión. Su cuerpo es grueso y redondo.
Su pelaje, largo y grueso, es, generalmente, de color pardo oscuro, aunque esto varía de acuerdo a la subespecie.
Estos mamíferos poseen un excelente sentido del olfato, en parte por la forma de su hocico, pero también porque ha tenido que compensar su falta de vista.
Poseen orejas grandes y triangulares, que le brindan un desarrollado sentido del oído, siendo capaces de percibir sonidos que un humano no puede.
A la hora de alimentarse, son omnívoros. Aunque, sus hábitos a la hora de comer también dependen mucho de la zona donde habiten, por lo que puede existir mucha variación.
Viven en familias, pero también pueden crear “piaras” que son grupos de jóvenes separados. Son noctámbulos y en el día se dedican descansar en pequeños agujeros que excavan en la tierra, utilizando sus características pezuñas.
Un animal invasor
La destrucción que producen en la agricultura, ya que crean surcos en sembradíos provocando grandes pérdidas económicas. También transmiten un considerable número de enfermedades que afectan a las crías ganaderas como por ejemplo la peste porcina, la tuberculosis y la fiebre aftosa.
Son considerados un problema serio dentro de la sociedad, especialmente porque se han acercado a las zonas urbanas en busca de alimento y agua, en época de sequía.