Las avispas se sienten atraídas por olor dulce del líquido que está dentro de la trampa (puede ser un líquido casero como refresco de cola, zumo o cerveza o líquidos específicos para avispas).
Una vez que los insectos voladores entran, debido a la estructura del orificio cónico, no es capaz de encontrar el camino de salida, quedando así atrapadas dentro, sin posibilidad de salir.
La trampa también atrae a otros insectos voladores como moscas o mosquitos.
Puede ser utilizado en: terrazas, balcones, jardines, marcos de las ventanas y en cualquier lugar infestado de estos animales.
A fin de que cumplan con la función de control de plagas ya que comen insectos y para respetar a la fauna y la biodiversidad, se recomienda que se suelten en otro lugar.
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